sábado, 1 de noviembre de 2014

William Lee

Hoy la industria del tejido ha crecido a pasos agigantados y los alcances de las maquinas son alucinantes, ello nos debe detener a indagar que hubo detrás de estos nuevos monstruos, cual fue el primer proyecto y quien lo hizo. 
Por ello hoy les comparto una breve historia del invento de Willianm Lee que revolucionó la industria del tejido, ¿Porqué? La respuesta es simple:

Porque hace unos meses acudí a un evento cultural que se realiza todos los años en Lima, al FIL (la Feria Internacional de libros), y casi sin querer queriendo jale a mi hermana al primer stand que me atrapo de lejos con un libro llamado: Prendas de punto de Juliana Sissons.


Desde luego no me equivoque, he pasado días revisándolo de pies a cabeza de izquierda a derecha y ha resultado ser una de mis mejores inversiones. Es un manual que pasa por la historia, desarrollo de colecciones, detalles de puntos y fotografías de colecciones de grandes diseñadores como Alexander Mcqueen o Hannah Taylor (De quienes hablare próximamente)




Pero lo que me atrapo para seguir revisando el libro fue la primera parte, sí, las primeras hojas que me ilustraban el inicio de una revolución en la industria del tejido. Aquí una breve historia de ese gran invento.


En 1589 William Lee revolucionó el comercio de las prendas de punto inventando un bastidor de punto para medias donde se tejían prendas gruesas (8 agujas por pulgada), se decía que Lee desarrolló la maquina porque a la mujer que estaba cortejando mostraba más interés en el tejido que en él (otra historia alternativa dice que su esposa tejía muy lento).




Sin embargo la reina Isabel rechazó la patente por temor a que pusiera en riesgo la industria de punto manual. Entonces Lee desarrolla un bastidor de 20 agujas por pulgada para tejer con seda, lo cual era perfecta para tejer medias de fantasía.



A pesar de ello y sin mucho éxito Lee sale de Inglaterra con dirección a Francia consiguiendo allí el éxito gracias al apoyo del rey enrique IV, quien finalmente le concede la patente.


Y aunque a la industria le tomó casi un siglo desarrollarse en lana, seda y encaje, la máquina que Lee desarrolló continuó siendo la espina dorsal de la industria por mucho tiempo.
A finales del siglo XVII se extendió su uso porque ahora se podía tejer 
rápidamente. 
La máquina se fue perfeccionando insertándose los calados, los cuales abrían más puertas al diseño.









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